¿Y qué pasa si caigo?

Una caída, una duda, una debilidad en el camino no es sinónimo de la salida del camino.

Gracias Padre por la oportunidad de venir a Tus Pies. Gracias por Tus Misericordias renovadas. Gracias por Tu Amor y por Tu Paciencia. O Señor, perdóname por toda ofensa a Tu corazón en palabras, en pensamientos, en acciones, en sentimientos, en disposiciones, en motivaciones, en actitudes, en omisiones. Lávame con la Sangre de Cristo Jesús y renuévame Te suplico en el nombre de Cristo Jesús. Señor, gracias por este día. O Señor, muchísimas gracias por venir en Tu Presencia, buscar más de Ti y despojarme más de mí mismo. Señor, purifícame de todo lo que estorba Tu Obra en mí. Renueva el Gozo de Tu Salvación en mí Te suplico. Ven a mi encuentro y concédeme de encontrarme conTigo en el nombre de Cristo Jesús. Ilumina mis ojos sobre las maravillas de Tu Palabra y transcribe Tu Verdad en mi corazón. Escudríñame y concédeme de ser más como Tu. Obra en mi mente, obra en mi corazón Te suplico en el nombre de Cristo Jesús. Derrama Tu Poderosa Gracia y Favor sobre nosotros y los nuestros en el nombre de Cristo Jesús.

Primero decir que caer en alguna desobediencia, algún pecado es algo bien doloroso y a lo cual uno debe resistir hasta la sangre como lo dice el autor de Hebreo: Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado; (Hebreos 12:4). El segundo punto es saber que algunas prácticas pecaminosas que persisten después de la conversión o en las cuales solemos volver, son en realidad hábitos no dominados a los cuales el apóstol Pablo responde con esta actitud: Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire,  sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado. 1 Corintios 9:26-27. En tercer lugar, el Señor Jesús dijo: Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno (Mateo 5: 29). A esto añadimos estos consejos del apóstol Pablo: Absteneos de toda especie de mal. (1 Tesalonicenses 5:22). Y en 1 Corintios 6: 18 nos dice: Huid de la fornicación. Vemos que son consejos que no se nos dan y que su cumplimiento llama a la acción de nuestra voluntad. En cuarto lugar, tenemos la orientación dada por el Señor a través de la oración modelo de pedir ayuda a Dios al no someternos en tentación. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. Mateo 6:13. Además se nos ha dicho de no dar acceso al diablo aun cuando nos nuestro ánimo se descompone. Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo. Efesios 4:26-27.

Después y a pesar de estos esfuerzos, puede pasar que uno caiga en algún pecado. Y es la conducta que debes tener que te comparto hoy. Primero, no dejarte torturar doblemente por el diablo en tu mente. Fallaste, sí, pero Dios sigue siendo tu Padre y estás en Su casa. Dile al enemigo, Me empujaste con violencia para que cayese, Pero me ayudó Jehová. Salmo 118: 13. Saber que estás en casa, que el Padre está contigo en tu dolor. Las caídas, las dudas, las debilidades son parte del caminar, pero no dejes que el enemigo de tu alma, el que obra para tu separación con el Padre, te saque del camino. 

La Solución

La solución para tales circunstancias nos es dada por el apóstol Juan: Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. (1 Juan 1:9). Aquí es la seguridad de que las puertas permanezcan abiertas porque hay un abogado que entregó su vida por nuestros pecados

El segundo paso incluye lo siguiente: El que encubre sus pecados no prosperará;

Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia. (Proverbios 28:13). Después de reconocer (confesar y pedir perdón), el segundo paso es apartarse. En general, nuestras caídas son como “programadas” porque las tentaciones son dadas por las concupiscencias. Y las concupiscencias se alimentan a través de la exposición. Si uno se expone a fuentes que alimentan para destrucción de su ser que sea espíritu, alma o cuerpo, esto cosechará. La Palabra de Dios es clara: No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres. (1 Corintios 15:33). Estas conversaciones pueden ser con personas, amistades, pero también pueden ser influencias recibidas por contenidos vistos por las redes sociales, leídos en libros etc…. La verdad es que debes trabajar activamente para mantenerte en el camino. De hecho, creo que es el aspecto que más merece toda tu atención y presencia activa.

¡Dios te bendiga!

Gracias Señor Jesús por esta palabra. Protégela en mi corazón y concédeme de obedecerla Te suplico en el nombre de Cristo Jesús. Señor, concédeme de vivir esta verdad: Volver a Ti con toda seguridad. Concédeme la sabiduría en el caminar conTigo y no exponerme a las conversaciones, a las malas influencias. O Señor, ven a mi encuentro y concédeme Tu Victoria en el diario. Concédeme de priorizar mi vida en Tus caminos y trabajar duro en ello en el diario en el nombre de Cristo Jesús, Amén.

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