Haz caer las escamas de mi corazón

Clamor para triunfar cuando vienen las tinieblas como avalanchas para capturar mi corazón.

Gracias Padre por la oportunidad de venir a Tus Pies. Gracias por Tus Misericordias renovadas. Gracias por Tu Amor y por Tu Paciencia. O Señor, perdóname por toda ofensa a Tu corazón en palabras, en pensamientos, en acciones, en sentimientos, en disposiciones, en motivaciones, en actitudes, en omisiones. Lávame con la Sangre de Cristo Jesús y renuévame Te suplico en el nombre de Cristo Jesús. Renueva el Gozo de Tu Salvación en mí Te suplico. Ven a mi encuentro y concédeme de encontrarme conTigo en el nombre de Cristo Jesús. Ilumina mis ojos sobre las maravillas de Tu Palabra y transcribe Tu Verdad en mi corazón. Escudríñame y concédeme de ser más como Tu. Obra en mi mente, obra en mi corazón Te suplico en el nombre de Cristo Jesús. Derrama Tu Poderosa Gracia y Favor sobre nosotros y los nuestros en el nombre de Cristo Jesús.

Haz caer las escamas de mi corazón: Clamor para triunfar cuando vienen las tinieblas como avalanchas para capturar mi corazón.

O Señor, ruego por un toque Tuyo. Un toque Tuyo en mi interior. O Señor, siento la obscuridad invadirme, pero quiero permanecerte fiel. Señor, Te amo. Tu Hermosura ha cautivado mi corazón. O Señor, quiero en Tu Presencia, mi corazón y todo mi ser sumergir. O Señor, rompe todas las ataduras que mantienen mi corazón preso, lejos de Ti. O Señor, amado mío, más de Ti quiero conocer, más a Ti me quiero entregar.

Salmo 19: 7-14

La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma;

El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.

Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón;

El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos.

El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre;

Los juicios de Jehová son verdad, todos justos.

Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado;

Y dulces más que miel, y que la que destila del panal.

Tu siervo es además amonestado con ellos;

En guardarlos hay grande galardón.

¿Quién podrá entender sus propios errores?

Líbrame de los que me son ocultos.

Preserva también a tu siervo de las soberbias;

Que no se enseñoreen de mí;

Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión.

Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti,

Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.

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