¿De dónde sacar las fuerzas para una vida de perdón continuo?

El Espíritu del Señor te sostendrá y te renovará las fuerzas para seguir. ¡Gloria a Dios!  En el dolor y en la pena, Te alabaré y Te serviré mi Amado Señor. Aunque todo el infierno y su ejército se levanten, mi cuerpo, mi carne y los míos no acompañen, yo permaneceré, no soltaré, obedeceré a…