¿Cómo relacionarse con Dios de manera exitosa?

Te invito a poner ante ti bajo la Luz del Espíritu Santo tu vida y tus relaciones: ¿qué predomina en tus relaciones? Sacrificio, o amor es decir pertenencia y obediencia.
Gloria a Dios amados hermanos. Demos gracias al Señor por la oportunidad de venir en Su Presencia y escudriñar Su Palabra. Oremos:
Gracias Padre por la oportunidad de venir a Tus Pies. Gracias por Tus Misericordias renovadas. Gracias por Tu Amor y por Tu Paciencia. O Señor, perdóname por toda ofensa a Tu corazón en palabras, en pensamientos, en acciones, en sentimientos, en disposiciones, en motivaciones, en actitudes, en omisiones. Lávame con la Sangre de Cristo Jesús y renuévame Te suplico en el nombre de Cristo Jesús. Renueva el Gozo de Tu Salvación en mí Te suplico. Ven a mi encuentro y concédeme de encontrarme conTigo en el nombre de Cristo Jesús. Ilumina mis ojos sobre las maravillas de Tu Palabra y transcribe Tu Verdad en mi corazón. Escudríñame y concédeme de ser más como Tu. Obra en mi mente, obra en mi corazón Te suplico en el nombre de Cristo Jesús. Derrama Tu Poderosa Gracia y Favor sobre nosotros y los nuestros en el nombre de Cristo Jesús.
Salmo 50: 14-15
Sacrifica a Dios alabanza, y paga tus votos al Altísimo; E invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás.
1 Samuel 15: 22-23
Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey.
1 Corintios 13:3
Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
Una vez en mi consulta médica, una paciente estando con dolor y lágrimas me comunicaba el motivo en semejantes palabras: les he dado todo, he trabajado duro para ellos, me he sacrificado por ellos. Ella hablaba de sus hijos y afirmaba no comprender el por qué la tratan de manera tan dura, distanciada y además el varón con problemas de conductas hasta en el colegio. He tenido la oportunidad de tenerla con cada uno de éstos hijos objetos de sus dolores. Y confirmo que es reto ver la dinámica entre ella y sus hijos. Esto a la verdad más común en las relaciones de lo que pensamos. Muchas personas creen honestamente que Amar y hacer sacrificios es lo mismo. Pero el apóstol Pablo da una declaración perturbadora al respeto: Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. (1 Corintios 13:3) ¿Se pueden imaginar esto? ¿Alguien dar su cuerpo para ser quemado? No creo que haya sacrificio tan radical como este. Sin embargo, uno puede hacerlo pero sin amor. La verdad es que, como humanos, nos gusta más el sacrificio que el amor. Puede ser varias razones. Las que creo que son las principales es que el sacrificio nos da un sentimiento de presencia propia, de firma propia, de mérito, de esfuerzo propio, de ganancia por nosotros mismos. Y el segundo aspecto es porque Amar exige pertenencia y pertenencia habla de dependencia. Y ya que nuestra mente ha sido entenebrecida por Lucifer, el jefe de la independencia, es nuestra tendencia natural no pertenecer. En conclusión, no queremos ser deudores, o responder por algo y tampoco tener que depender. El Amor nos exige a nosotros mismos darnos, no dar un producto de nuestros esfuerzos o de nuestras habilidades. Sino nosotros mismos, es decir nuestra atención, nuestra obediencia, nuestra presencia. En el Salmo 50, vemos cómo Dios reclama esto a Su Pueblo porque muchos se complacían por traer sacrificios al altar sin realmente pertenecer a Dios. En la mente de mucho, los sacrificios compraban sus independencias cumpliendo con Dios en sus conciencias. Pero Dios pide Sus Alabanzas. La Alabanza es la afirmación de rasgos buenos de una persona. Es comunicación, es desbordamiento de admiración después de una contemplación. Y lo segundo que Dios pide es que cumplan sus votos. O sea ser responsables con sus pactos con Él en el marco de la obediencia a Su Palabra. Y esto justo era la falta de esta última que provocó la ruptura de la relación de Dios con Saul como hemos leído en 1 Samuel 15: 22-23. En conclusión vemos que lo que edifica una relación con Dios es la obediencia a Su Palabra. Puede haber sacrificios por Amor, sí. Pero ocurren en el marco de una vida de comunión y de obediencia como lo fue el caso de Abraham e Isaac y el sacrificio de nuestro Señor Jesús. El sacrificio de Jesús es una entrega por amor de hecho. El Sacrificio no reemplaza la pertenencia, la obediencia que son expresiones del Amor. Para que no te suceda como a mi paciente, desde ya, cambia de paradigmas y empieza a amar. No te endurezcas pensando que tus hijos, tu esposo o tu esposa, o alguien cercano tuyo es ingrato, insensible o que le haya hecho alguna brujería en contra tuya. Si no has edificado una relación desde el amor, no esperes sea buena o, en algunos, que ni siquiera exista. Te invito a poner ante ti bajo la Luz del Espíritu Santo tu vida y tus relaciones: ¿qué predomina en tus relaciones? Sacrificio, o amor es decir pertenencia y obediencia.
Gracias Señor Jesús por Tu Palabra. O Señor, concédeme un corazón dispuesto para asimilarla y aplicarla en mi vida en el nombre de Cristo Jesús. O Señor, revélame que las relaciones son edifican en base a la pertenencia, la obediencia y no en base de los sacrificios. O Señor, libérame de la obstinación, libérame de la rebeldía y la búsqueda de méritos propios, logros propios. Transfórmame Señor, e inclina mi corazón a la obediencia a esta palabra en el nombre de Cristo Jesús, Amén!