¿Cómo conocer la Voluntad de Dios?

La Victoria sobre las Preocupaciones. Una guía práctica para entrar en el reposo divino.
Alabado sea el Señor Jesús. Muy buenos días amados hermanos. Bienvenido a otro encuentro transformador con Dios. Oremos:
Gracias Señor Jesús por este día. Gracias Señor por la vida, por la Paz y la estabilidad que sólo Tú puedes dar de manera efectiva y eterna. Gracias Señor Jesús porque eres el único que libera de toda potestad y cadenas en el nombre de Cristo Jesús. O Señor, perdóname por toda ofensa a Tu corazón en palabras, en pensamientos, en acciones, en disposiciones, en motivaciones, en actitudes y en omisiones. O Señor, lávanos, límpianos con la Sangre de Cristo Jesús y renueva el Gozo de Tu Salvación en nuestros corazones en el nombre de Cristo Jesús. Ilumina mis ojos sobre las maravillas de Tu Palabra y transcribe Tu verdad en mi corazón. O Señor, libérame de todo razonamiento al acercarme a Tu Palabra y concédeme de creer Tu Palabra y permanecer en ella. Sopla sobre mí y despójame de toda atadura. Avívame, despiértame desde el interior en el nombre de Cristo Jesús. O Señor, ven a mi encuentro y dirígeme. Ven y aconséjame en el nombre de Cristo Jesús. Ven e instrúyeme en el nombre de Cristo Jesús. Padre, derrama Tu Poderosa Gracia y Favor sobre nosotros y los nuestros en el día de hoy en el nombre de Cristo Jesús.
Filipenses 4:6-7
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
El primer obstáculo para conocer la voluntad de Dios sobre una situación son las preocupaciones. Esto es porque estar preocupado es una decisión, es un ejercicio de la voluntad. Entonces, en general, la confusión nos viene y se refuerza porque hay conflictos de voluntades. Este conflicto de voluntad que estamos hablando no es ni siquiera a nivel de la decisión a tomar sobre la circunstancia en cuestión, sino sobre el manejo del momento en que surja esta circunstancia. Entonces lo primero para vencer es someter nuestra voluntad a negarnos al desgaste por las preocupaciones. Es cierto que son cosas que nos llaman para actuar y que nos generen ansiedad e incluso angustia. Además son numerosas y pueden llegar a ser abrumadora, y las encontramos en el cotidiano. En estas circunstancias que nos exigen tomar un camino, una decisión; discernir la Voluntad de Dios se vuelve un verdadero reto. Y es que debemos hacer un intercambio interior para recibir luz. Debemos justamente soltar, dejar de preocuparnos para ver mejor. Incluso alguien, podría preguntar pero pastor, ¿cómo puedo dejar de preocuparme si está delante de mí todos los días y me afecta en mi vida ahora mismo? Es justamente por esto que constituye un reto. Y las palabras del Señor Jesús nos vienen a la mente: ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Mateo 6: 27 RV 1960. Otras versiones dicen: ¿Acaso con todas sus preocupaciones pueden añadir un solo momento a su vida? NTV. ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida? NVI. Más bien lo que logramos con las preocupaciones es deteriorar nuestra salud tanto mental que física.
La Solución:
Primero queremos decir que la Oración, que es presentar a Dios nuestras circunstancias es eficaz para enfrentar toda y cada situación. Quiero decir que puedes descansar después de orar. Dios tiene poder sobre todas las cosas, TODAS literalmente. El Señor Jesús dijo: Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. (Juan 14:13-14). El apóstol Juan nos recalca: Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho. (1 Juan 5:14-15). Después de haber vencido tu voluntad propia, la tendencia a la incredulidad, el espíritu de orfandad. O sea el hecho de persistir en la mente que estás solo. A la pregunta de cómo saber la voluntad de Dios se resuelve de esta manera: Cuando uno verdaderamente suelta, rinde sus preocupaciones a Dios. El apóstol Pablo sigue iluminándonos diciendo: Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. (Filipenses 4:7). “Y”, es decir una consecuencia de lo que se menciona anteriormente. La Paz de Dios guardará nuestros corazones y nuestros pensamientos en Cristo Jesús. Y si nuestros corazones, sentimientos, emociones están en Cristo Jesús; si nuestros pensamientos, es decir concepto (los conceptos que tenemos de las cosas y nuestras conceptualizaciones de ello), juicio, razonamiento, están guardados en Cristo Jesús. Entonces llegamos a ser dirigidos por Él, hacia Él y en Él (en Sus Propósitos, Sus Planes y Perfecta Voluntad). Y esto es recibir con claridad la voluntad de Dios, que sea por tener las disposiciones correctas para vivirla, el Espíritu Santo alineando nuestros corazones y pensamientos a la Voluntad Perfecta de Dios o tenerla claramente en nuestras mentes. Incluso podemos verla claramente en nuestras mentes o escuchar de manera audible la voz de Dios.
Gracias Señor Jesús por Tu Palabra en éste día. Gracias Señor Jesús por Tu Luz. Gracias Señor Jesús por abrir mis ojos sobre esta verdad. Te suplico que sea vida en mi vida. Concédeme de creer en Ti, creer en Tu Palabra y someter mi voluntad resistiendo a toda tendencia a la incredulidad, a la orfandad que son los motores de una vida de preocupaciones, de angustia y falta de reposo. O Señor, que Tu Palabra sea viva en mí. Concédeme de creer que mientras que oro, Tú me escuchas y atiendes mis cargas. O Señor, concédeme de creer en Tu Omnipotencia, en Tu Omnisciencia sobre todo, sobre todas las circunstancias. Gracias Señor Jesús por este nuevo inicio en mi vida en el nombre de Cristo Jesús, Amén.